Deseo tenerte entre mis brazos esta noche
lo deseo con ganas, así, con esas de las que esta hecho el día
con fuego, que quema, firme, fuerte.
Que será de ti, caballero errante de mis noches,
que te llevaste contigo tu piel
y me dejaste desnuda, solo la carne
pues era tu piel la que me vestía,
tu piel mía.
tu piel tuya.
Acabo de recordar que me fui,
que te solté de la mano.
Sonido maldito de silencio ensordecedor, desaste de mis pensamientos
esos oscuros, lamentosos
llenos de ti, de tu sabor
alejalos que se que no puedo acercarme
que se que nos daña y duele
en su máxima expresión
de dolor
¿conoces el DOLOR? Ese el real, el que duele, el que se incrusta y no se va
sembrando mas y mas
ese que rompe y sigue rompiendo como con mil puntas semi afiladas y torcidas
ese del que no quieres saber mas pero sigue ahí, no se va.
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